INTERLUDIO

 

 

FILOSÓFICO

 

 

 


 

El Universo en que vivimos,

parece que es homogéneo y muy extenso;

tiene mucha materia y energía y es inmenso.

Y a medida que lo descubrimos,

nos  percatamos de los errores que antaño cometimos

al creernos el centro de su existencia

y que el Cosmos está pendiente de nuestra presencia.

 


 

Actualmente, nuestra postura empieza a cambiar

nos damos cuenta de nuestra insignificancia

y ya empezamos a intuir sin tanta arrogancia,

que puede haber vida fuera de la Tierra y del Sistema Solar…

 


 

Y los más atrevidos astrónomos

el  Universo tratan de explicar,

lanzando diversas teorías del Cosmos,

muchas de ellas, difíciles de imaginar.

 


 

Aunque nuestro Universo es inabarcable,

puede que sea posible y hasta probable,

que no sea el único imaginable.

¿Habrá mundos paralelos,

que intercambien sus viajeros?

¿Y por qué no mundos multidimensionales,

que expliquen, quizás, los fenómenos espirituales?

¿Y no digamos mundos anidados,

es decir, unos dentro de otros aprisionados?

 


 

Pues si, señores, imaginemos que esto es posible;

y partiendo de tal supuesto, aunque parezca increíble,

relataré estas aventuras delirantes

en los límites de una fantasía desbordante.

 


 

Hace tiempo que esta Tierra tan sacrificada,

por múltiples seres vivos está habitada:

Virus, bacterias, hongos, vegetales, animales…

y unos animales muy especiales,

que se llaman a si mismos racionales,

y que causan grandes desastres ambientales…

¿Son los hombres “creados” por seres celestiales?

¿Y/o surgidos a partir de primates ancestrales?

 


 

Pero además de estos seres vivos terrenales y actuales,

aquí están o han estado otros seres menos terrenales…

Seres que por el cielo han venido, seres celestiales,

Y seres situados sobre la naturaleza, sobrenaturales.

¿Serán los mismos que los celestiales?

¿Seres inmateriales, invisibles, espirituales,

como los dioses, demonios y ángeles,

espíritus, fantasmas… todos escurridizos y paranormales,

quizá reales, quizá ideales…?

 


 

Bien, dejémonos de preámbulos y vayamos a nuestra historia,

hagamos primero un poco de memoria…