El retorno de los Cacaentes

 

 

Cacano: Una sala-despacho de paredes tornasoladas; una mesa oval rodeada de extrañas sillas, ocupadas por hombrecillos cabezones…

 

Los Cacaentes tomaron una decisión,

formaron una comisión

y tuvieron una reunión

para evaluar el tema de la abducción;

y llegaron a la siguiente conclusión:

¡Había sido un fracaso de impresión!

Así es que se llevaron una gran desilusión;

pero como tenían mucha imaginación

utilizaron su gran cabezón

para tomar una determinación.

Pensaron y pensaron

y muchos días pasaron

y al fin lo encontraron:

 

Llega una nueva estrategia: ¡la enteintroducción!

 

¡Eureka, eureka, he aquí la solución!

Cambiaremos la abducción

por la enteintroducción.

 

A estos hombrecillos les brillan los ojillos

 

Cuando una víctima encontremos

con gran ímpetu nos concentraremos

y en el nos introduciremos.

¿Qué planeta elegiremos?

 

La sufrida Tierra tenía que ser…

 

La Tierra tiene mucha variedad;

muchas plantas y animales vemos

que son una preciosidad.

 

para los humanos poder escoger…

 

Y en especial hay unos bípedos

que son bastante divertidos;

con ellos hemos hecho híbridos

implantados y abducidos;

así es que los tenemos conocidos.

 

Estos entes toman precauciones

 

Ahora nos haremos invisibles, es prudente

para asegurar la operación

en lugar de los presentes

¡Seremos los introducentes!

y con el poder de nuestras mentes

lograremos esta misión.

Y dicho y hecho, al trabajo se pusieron

y en busca de terrícolas fueron.

 

El planeta Tierra: una aldea campestre

 

En La Tierra aterrizaron

y un primer incauto encontraron.

 

Antes de operar

han de reflexionar

 

Que de entre nosotros salga un voluntario

para esta primera operación.

Oxal es avezado y temerario

y tiene gran experiencia en la abducción.

 

¡Atención!

se ha de realizar la invocación

 

Para realizar tal transformación

unas palabras mágicas se invocan

que entonces te colocan

presto a ejecutar la acción:

 

¡Concéntrate Cacaente:

no pretendas ser presente

sino invisible introducente

y en lugar de una implantación

¡Practica la enteintroducción!

 

Pero el acto no salió según lo esperado…

 

De esta forma invocó Oxal,

tal vez con inexperiencia lo hizo,

quizá le faltó concentración,

¡Este ente es un cenizo!

y le salió mal la operación;

digo mal... ¡le salió fatal!

Tal fue su concentración

con tal fuerza y tesón,

que Oxal invisible se tornó

y en el pobre humano se metió;

pero de la impresión que le entró

sin poder parar se pedorreteó

y tanta energía empleó,

que mucho se calentó.

 

y surgió lo imprevisto

 

El pobre paria parecía

una traca incandescente,

mucho ruido emitía

a base de pedorreteos calientes;

y de forma inusitada

y llamando mucho la atención

a sus vecinos espantaba

con tanto tufo, ruido y calentón.

 

El fracaso flotaba en el ambiente

 

Oxal estaba sorprendido,

los  Cacaentes desconcertados,

los terrícolas habían huido

con tanto pedorreteo concentrado.

 

Y los entes no tenían consuelo…

 

¡Oh, Cacaente presente

implantante, hibridante y abducente;

has querido ser introducente

y te has convertido en otro ente,

ente cacaliente, cacoliente y pedorrente!