¡Y... los Cacaentes

 

se humanizan!

 

 

El superjefe, de repente, frunce el ceño y medita dubitativo…

 

Tupedorrimal piensa y calcula:

Hay que lanzar un ente avanzado,

que sea ágil, hábil y muy avezado

en arriesgadas y gloriosas aventuras.

Y tras unos densos momentos de tensión,

este supercacaente ya tiene la solución.

 

Ahora, pedorretea y gesticula, dirigiéndose a su población

 

Escuchadme de una vez, ¡Oh! mis presentes:

Lanzaremos un audaz y aventurado cacaente,

que de forma pionera y avanzada se presencie,

se humanice y se mezcle con terrestres.

Así nuestros genes en la Tierra se instalarán

y esos humanos torpones no se enterarán.

 

Una repentina duda le asalta, y habla para si…

 

¿Y a que infeliz yo escogeré

en tan peligrosa misión? Yo no sé...

 

Mientras tanto, el pueblo se interroga en voz alta

 

No salimos del asombro, ¡oh! gran jefe-ente,

en que nos has introducido de repente

con tales planes tan sobresalientes,

pero ¿Quien es el escogido, el señalado,

el ente que para siempre quedará marcado

y esperemos que por sus gloriosas gestas recordado?

 

El cacalider resplandece mas de lo habitual

 

Vosotros lo habéis intuido galopines:

Un fiel y osado ente que en gestas es experto

es Gestal, su nombre lo indica, ¿no es cierto?

 

Y sonríe, satisfecho, congratulándose para si…

 

Pdrrrr... ¡qué idea me han soplado estos tontines!

 

Cambio de escenario: Una vez más, el planeta terrestre, con sus verdes campiñas

 

De esta manera tan inaudita e improvisada,

descendió Gestal a esta Tierra tan utilizada.

 

El nuevo héroe está con la moral muy alta

 

Mientras los paisajes terrestres observaba,

orgulloso de su suerte así cantaba:


Yo soy Gestal, el osado Cacaente,

experto en gestas remotas y recientes.

Gestaré unas criaturas excelentes

que perpetuarán mis genes fielmente.


 

¡Oh, sorpresa! Aparece la humana…

 

Y de repente a lo lejos divisó

una escena que a sus genes excitó:

En un pasto de un valle descansaba

una humana de tez rosada y brava

con unos cabellos rubios y hermosos

que caían entre sus curvas, primorosos.

La moza miraba distraída al cielo

y la luz del sol se reflejaba en su sedoso pelo

 

… y sus acompañantes

 

Y rodeando a la lozana hembra había

unos animales que nuestro ente no entendía:

Eran grandes, de cuatro patas y más bien pesados

y comían hierbas sin parar, muy reposados.

Se veían negros y blancos sus semblantes

y de ellos salían sonidos penetrantes.

 

Nuestro alien se interroga

 

¿De que parte de esas criaturas saldrá ese ruido?

¿De adelante o de atrás? Estoy sorprendido

¿Serán pedorretas de comunicación muy especiales?

¡En verdad son irritantes estos animales!

 

Pero decide ir a su objetivo

 

Dejaré de pensar en esos seres aburridos

y me centraré en esa humana, que es a lo que he venido.

 

Y una vez más, acude a unas palabras poderosas, sobrenaturales

 

Para conseguir una apariencia conveniente

he de decir unas palabras de repente:

 

"Gestal el cacaente se humaniza

en un mozo que le guste a esa maciza"

 

Y la humanización, mágica y trascendente, se realiza

 

Transformado, de improviso a ella se presenció

y la vaquera sorprendida mucho se turbó.

 

La bella entra en escena: Está sorprendida e impactada

 

¡Que mozo tan apolíneo,

bien plantado y aparente!

Pensó para sus adentros la incauta ilusionada

y se le iluminó por momentos la mirada,

sin sospechar lo más mínimo, engañada,

que era un vulgar, pero resolutivo cacaente.

 

La gesta ha comenzado

 

El íncubo, al ver la expresión de la doncella

pensó excitado mientras se dirigía a ella:

 

Y Gestal se habla a sí mismo, emocionado

 

Esta tierna criatura la tengo harto enamorada.

La gestación de esta gesta está encauzada.

 

Y lanza un brindis al cielo…

 

Al fin, los cacaentes realizarán una exitosa cruzada

y verán esta Tierra por ellos controlada.

Y... honores, parabienes y gloria,

este humilde pero potente servidor recibirá.

Todo esto quedará en la memoria

De este pueblo cacaente... ¡Así será!